miércoles, 6 de febrero de 2013

MITOS Y LEYENDAS DEL ECUADOR






MITOS Y LEYENDAS DEL ECUADOR

Como seres humanos siempre tenemos la necesidad de cuestionar el significado y las causas de todo lo que ocurre a nuestro alrededor; pero, ante la incapacidad de obtener respuestas certeras y satisfactorias, las diferentes culturas del mundo se han valido de los mitos y leyendas para intentar explicarlos: el origen del mundo y de la vida, la presencia del bien y del mal, la muerte, los fenómenos de la naturaleza y la existencia de un dios. Incluso, es preciso indicar que algunas tendencias religiosas sustentan sus ideas y sus normas en los mitos.
Mitos, creencias y leyendas de nuestro pueblo…
Los mitos, las leyendas, las supersticiones, creencias y las tradiciones son parte de la riqueza cultural de nuestro pueblo, arraigada desde épocas pasadas. Estas tienen algo de magia, encanto y sencillez de la gente que lo cuenta; son los mayores los que todavía guardan en algún recodo de su memoria estas “fábulas”, que alguna vez la escucharon de sus abuelos y otras personas de edad y que se quedaron para compartirlas con las nuevas generaciones, que deben aprehender a querer lo suyo, a valorar estas tradiciones orales que lamentablemente se están perdiendo.

Los mitos, leyendas, supersticiones y creencias existen en toda la geografía del austro ecuatoriano con un sin fin de variantes, incluso algunas se acoplan a diferentes lugares y formas de vida, dependiendo del sector, esto quizá se deba a que su forma de transmisión es generalmente la oral.

    Así es que deseamos poner a consideración algunas de ellas recopiladas en algunos libros, y revistas que se han obtenido.  Sin antes darles a conocer algo interesante que tambien nació del pueblo  y que se las denominó las coplas

QUE GRAN COPLERO ES EL PUEBLO 

  
  Primero el hombre tuvo voz. Y cuando habló se hizo canto. Después oyó lo que el viento decía entre los árboles. Y nació la guitarra. Cuando el hombre sumó su voz a la voz del viento en la madera, nació la canción, acompañada y enredándose entre las cuerdas. También tenía hambre, sufría las opresiones y se indignaba ante las injusticias. Así que su canción fue una canción rebelde, airada y de protesta. Y así brotaron las coplas, redondillas, ovillejos o décimas.

Unas desde muy temprano llamaban a la lucha contra el colonialismo:

“A las alcabalas balas
a la libertad lealtad”

Otras expresaban la alegría del triunfo y su gratitud a los libertadores:

“¡Hay pobres realistas
hermosos borricos
que a costa del pobre
se hicieron ricos!”

“Ya viene nuestro Bolívar
con su tropa generosa
para que ya terminemos
nuestra libertad gloriosa”

La insatisfacción del pueblo luego de la independencia también hizo correr su voz diciendo:
“Ultimo día de despotismo
y primero de lo mismo”

“Lo mismo en tiempos
del Rey que en los
nuevos de la Ley”

Un poder reemplaza a otro y la copla continúa:

“Tiranos fueron los godos
los patriotas son lo mismo,
de unos y de otros modos
la patria está en un abismo”

Cuando el pueblo lucha sin descanso en busca de su libertad, cae la reprimenda y ahí va la canción:

“A mi me gusta ser libre
y por ser libre he peleado
en pago en este cuartel
me tienen preso y fregado”

Se trata de un pueblo que ha sufrido una historia de desengaños que se siente traído y llevado por causas que no son suyas:

“De tantas revoluciones
el pueblo nada aprovecha
el solo siembra su sangre
y otros hacen cosecha”

La historia la hacen los pobres, aunque los historiadores no los  pongan en sus libros; así cantan las voces del pueblo:

“Aunque haya mucha matanza
no saben correr los cholos
y en la pelea se quedan
dando candela ellos solos”

Pero le queda el gusto de seguir echando candela y usando su lenguaje que sólo habla las verdades:

“Cuando empiezan los balazos
capitancito al zaguán
pero para dar planazos
Que valiente capitán!”

Y así, el pueblo va pintando en los muros de las calles:

“Cincuenta revoluciones
en cincuenta años tenemos
como no han sido bien hechas
hasta acertar las haremos”

Y en estos tiempos en que estamos viviendo la corrupción y la anciada contituyente podríamos acoplarla así:

“Cientos y cientos de
constituyentes hemos tenido
en 178 años de vida
institucional
pero ninguna ha sido bien
hecha en su contenido
que hasta acertar las haremos
como una norma presidencial”